Ana MarÃa Freire
- ESCRITORA -
POEMAS
RAPHIOLEPIS
(En homenaje a la artista plástica AÃda Dovat)
Porque no sabÃa que hacer
con tu recuerdo en las manos;
Decidió entregárselo
para que guardara
las huellas
de sus palabras.
Pasan tan rápido los dÃas…
¡La vida!
-decÃa-
Casi siempre, su musa
fue Neruda.
Comprendo.
Aquella vez,
la atrapó luminosidades,
y el indómito pájaro de Montale
que ha sido libre
desde siempre.
Hágase
Tu
Voluntad
Reza el viejo olivo.
Bajo su sombra
seguimos soñando
con flores
como las que pintabas
las que aún huelo.
Como compañera de viaje
te llevo,
aún, cuando esté
ligera de equipaje.
Ana MarÃa Freire - 30.09.09
Soy roble y sándalo
Soy roble, porque siendo débil,
no han podido derribarme.
Demasiados obstáculos
vencí.
Soy sándalo,
porque aprendí a perfumar
la miseria de algún camino.
Dios, me ha enseñado.
Lo que no se aprende por las buenas
…hay gente, que regala lo malo.
¿Porqué roble?
si lejos estoy de serlo.
Mi sombra es escasa.
Los frutos apenas maduran en setiembre.
Debo crecer tan alto como pueda,
bifurcar las ramas
para entregar a quien haga falta
las bellotas de oro.
Soy el sándalo que quiero ser
de tierras lejanas.
Aroma que al conversar,
alumbra la palabra.
TODO LO TOLERAS
¿Qué aventuras tejes en tus entrañas?
Despiertas por la mañana distendida,
¿Será porque en las noches te visitan
los que se aman?
Abierta ofreces tus encantos.
Entran y salen de ti, sin lÃmites, libres
y sin consecuencias.
Todo lo toleras.
Guardas cada secreto que se dice
sobre tu estructura de apariencia plana.
Y aunque no te cuiden todo lo que mereces;
agradecida, porque nunca te han dejado sola.
De ti nacen sonidos diferentes.
El llanto de un niño o el dolor
de una pena de amor de algún adolescente.
Incluso; la desgarradora historia de una ausencia.
Todo lo toleras.
En las tardes calurosas cuando llueve
ni aún asà te ignoran, por ser el mejor camino
que acorta las distancias.
Los árboles con su constante vigilia,
protegen a los transeúntes.
Junto a tus flores perfuman
esos instantes iracundos.
Cuando callas, es difÃcil superarte,
menos para tu fuente,
que de continuo canta,
como las sirenas a Ulises.
Todo lo toleras.
Son tantas las aventuras que tramas
que no hay que extrañarse
que hicieras cómo Penélope.
Porque tus noches… ¡ay! de tus noches…
las amas.
Te conviertes en cómplice de amores.
En medio de ese intrépido torbellino
vuelan algunos sentimientos
llenos de angustia y otros…
otros de gozo.
Todo lo toleras.
Alguien duerme
en uno de tus bancos.
Habla un dulce sueño y
vuelves a soñar otra vez
cuando fuiste proyecto y
después te construyeron.
Ahora el silencio te abraza
y satisfecha de una brisa suave
quedas expuesta, abierta
como una hermosa flor de loto
de la noche.
Plaza mÃa, todo lo toleras.